La disolución del proindiviso suele ser un dolor de cabeza en muchos de los casos. La repartición de una propiedad que resulte de una herencia o un divorcio, puede llevar a enfrentamientos dolorosos entre personas que deberían demostrarse respecto y cariño.
Hermanos o dos personas que una vez se prometieron amor eterno, ahora se pelean por una vivienda. Y, al cegarlos el odio del momento, toman decisiones desacertadas. Sigue leyendo y descubre cómo se puede resolver sin llegar a los tribunales para que no gastes más tiempo y dinero.
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¿Cuáles medidas se pueden tomar para resolver de la mejor manera la disolución del proindiviso?
Siempre será mejor resolver la disolución del proindiviso fuera de los tribunales. Enfrascarse en una pelea que solo se pueda solventar con abogados y jueces resultará más costoso y desgastante. Estos procesos tomarán años y el coste de los servicios de los abogados es elevado.
Por lo tanto, se pueden buscar vías alternas para que, con paciencia, respecto y consciencia se pueda llegar a un acuerdo justo entre las partes. Estás vías son:
- Realizar subastas entre los involucrados colocando la base en 1000 euros. Se seguirán dando precios hasta que alguno ya no participe más. En ese momento se parará la subasta y ese será el monto que se acuerde para el coste de la propiedad.
- En el caso de una pareja divorciada o que los que reciban la herencia sean solo dos hermanos, eligen un precio justo. Entonces, uno de los dos le compra su parte al otro.
- Se coloca en venta el piso o casa (puedes utilizar un experto inmobiliario). Se muestra, se oyen las ofertas por un lapso de cuatro meses. Se hace un estudio para observar cuál fue el mejor precio ofrecido.
En este punto se decidirá si se le vende a un tercero y se reparte en partes iguales. O el que tenga el dinero para pagar su parte, la compra.
- Si les cuesta mucho llegar a un acuerdo, aún con esas opciones, conseguir un mediador imparcial puede resultar.
Lo importante es que se llegue al término de la disolución del proindiviso sin daños mayores. Resguardando la relación entre hermanos y evitando que se deteriore más la relación de las exparejas.
De qué se trata el pacto andorrano, también conocido como montañés
Es un pacto que se ha creado, sobre todo, para las empresas formadas por varios socios, los cuales, al momento de disolver la sociedad, no quieren ceder. Sin embargo, es perfectamente aplicable para los casos familiares.
Se define como cláusula de desbloqueo y se trata de que alguno de los individuos que forman parte de la repartición proponga un precio de venta. Luego se le da, al que decida comprarla, un límite de tiempo para conseguir el dinero que le corresponde a los otros. O si, por el contrario, se decide a vender su parte.
Con este pacto se puede encontrar el precio más objetivo que no perjudique a ninguno. Y los que no proponen el precio tienen la ventaja de tomar la decisión de vender o comprar. El que coloca el precio debe ser equilibrado en su apreciación.
Es la vía más adecuada para que la división de la cosa común se ejecute de forma cordial y justa. Además de evitar incurrir en procesos largos y tediosos, donde los mayores ganadores serán los abogados.
Qué hacer como último recurso si con las vías antes mencionadas no se ha logrado realizar la disolución del proindiviso
Como se ha venido acotando, esta opción debe ser la última a la que se debe acudir por todo el tiempo y el gasto que tomará. Esta es la medida judicial.
Sin embargo, existen ocasiones en que los sentimientos de odio hacia el otro (ya sea la expareja o el hermano), superan la razón. Entonces se hace necesaria la intervención del sistema judicial.
Lo ideal en estos casos es que tú seas el demandante. Las disposiciones a las que se deben acudir para realizar esta división son las siguientes:
- La tasación de la propiedad. Donde el demandante, si tiene el consentimiento del demandado, impone la tasa que más se le acomode.
- Puja inicial mínima. Con la cual se puede exigir que no exista un mínimo, o que el mismo sea bastante alto.
- Mejoras de posturas. El adjudicatario provisional del bien a ser repartido debe dejar muy claro, y por escrito, quien podrá realizar la mejora de la puja mínima. Esto solo en el caso que no se haya podido alcanzar el mínimo propuesto.
- La extinción de condominio judicial. Utilizando la subasta judicial para que se realice la división de la cosa común sin que participen licitadores desconocidos. En la misma solo se aceptará la participación de los copropietarios del inmueble.
- La consignación de la fianza. Se escogerá si colocar fianzas altas para que la cantidad de personas que acudan sean mínimas. O que sean muy bajas para que vaya mucha gente.
- El plazo para consignar el precio. Se puede escoger el que más convenga.
- Cuál parte del precio deberá ser ingresado por los copropietarios que obtuvieron la adjudicación de la subasta judicial.
Un ejemplo de esto es: a este ya le pertenece la mitad de inmueble y dentro de la subasta oferta 200.000 euros. Entonces, debe estar claro si deberá darlo todo o solo 100.000 euros.
- Quién tendrá que cancelar las cargas que ya existen o las que vayan apareciendo.
Resuelve la disolución del proindiviso buscando el beneficio tuyo y el de los demás involucrados
En los casos de disolución del proindiviso la familia es la participante. Por esa misma razón, conseguir un camino viable en pro del bienestar de todos es la mejor solución. Más si son viviendas de lujos sin importar si están ubicadas en Madrid, Boadilla del Monte, Majadahonda, o cualquier otra zona de España. Recuerda que las relaciones familiares deben fortalecerse en vez de fracturarse.
