La subasta judicial es un método antiguo, usado desde hace mucho tiempo. Permite transformar las propiedades hipotecadas o embargadas en dinero, con el objetivo de que el deudor pueda cumplir con el pago con lo que recolectó en la venta forzosa.
Los romanos la usaban para obtener dinero con los bienes del Estado. En este sentido, ponían en venta una determinada propiedad y los interesados hacían pujas hasta que el bien era adjudicado a la puja más elevada. Dicho precio era destinado directamente para el Estado.
Así pues, se puede subastar cualquier bien que disponga de un valor económico, bien sean muebles, inmuebles, vehículos y mucho más. Continúa leyendo para descubrir de qué se trata la subasta judicial, cuál es su objetivo y qué se necesita para participar en ella.
Índice
¿En qué consiste la subasta judicial?
De acuerdo con la Ley de Enjuiciamiento Civil, una subasta judicial consiste en un procedimiento que determina el valor en el que una propiedad será vendida. A través de licitación pública, se vende el bien al “mejor postor” y, posteriormente, se individualiza a la persona que lo obtuvo. Asimismo, se afirma:
- Se trata de un procedimiento apresurado que se lleva a cabo mediante una secuencia de actos procesales.
- El principal objetivo es hacer una buena difusión para obtener muchas pujas y poder optar por la más conveniente (mayor).
- La finalidad de este tipo de subasta es establecer el valor para la propiedad y encontrar quien pague ese precio o más.
Asimismo, existe otra definición más extensa sobre este tipo de subasta; y es que, además de los actos propios de la subasta judicial, también hay otros actos anteriores que son fundamentales para la celebración. Por ejemplo, el avalúo, la certificación estricta de carga, publicidad a través del B.O.E., entre otros.
En este sentido, también existen los actos posteriores, los cuales son el resultado de la subasta. Tal es el caso del decreto de adjudicación, la aprobación de la venta, la entrega de la propiedad y la distribución de capital a los acreditadores correspondientes.
De igual manera, una subasta judicial es sinónimo de una venta judicial forzosa. En otras palabras, esta licitación se efectúa cuando un deudor no quiere pagar de forma voluntaria a los acreedores. Por lo que el poder judicial le obliga a vender su propiedad para realizar el pago con el dinero proveniente de la venta.
Procedimiento de transformación de bienes hipotecados en dinero
Si se considera la definición general del término subasta, se puede deducir que la clasificación “judicial” no es la única forma de transformar las propiedades hipotecadas de un deudor en dinero. Y es que la misma Ley ofrece otras posibilidades, en las que se contempla lo siguiente:
1. Convenio o acuerdo de colaboración
En este caso, tanto el deudor como el acreedor llegan a un mutuo acuerdo para la conversión de los bienes hipotecados en dinero. Esta es la vía más razonable para el deudor, puesto que tiene la oportunidad de conseguir mayores ofertas para la propiedad en cuestión.
Probablemente, esta sea la opción menos usada, puesto que se requiere de un deudor con buen razonamiento.
2. Venta a través de un intermediario especializado
Se refiere a la venta de propiedades con la mediación de una inmobiliaria. Claro está, los deudores con poco razonamiento tampoco hacen uso de esta alternativa. Por el contrario, prefieren el “modo avestruz”, que consiste en hacer como si no nada pasara y como si todo se solucionara solo.
3. En última instancia, aparece la subasta judicial
Se define como un acto de índole judicial cuyo objetivo es vender los inmuebles asociados con un procedimiento judicial. Realizada la venta, se consolida la conversión a dinero, así que solo resta efectuar el pago correspondiente al acreedor.
¿Qué necesitas para participar en estas subastas?
La ley contempla que este tipo de subasta es un proceder ordinario, siendo de aplicación común en caso de sentencias dinerarias. Se aplica, especialmente, en la ejecución de propiedades hipotecadas o créditos registrables. No obstante, es necesario cumplir ciertos requerimientos para llevar a cabo este procedimiento:
- Antes de poder participar en una subasta judicial, primero debe existir un proceso de apremio. Esto quiere decir que tiene que haber una resolución judicial firme para ejecutar la deuda.
- Cualquier propiedad involucrada en estos procedimientos debe ser evaluada y embargada en un tiempo previo a la subasta judicial. De este modo, se comprueba que el inmueble sea suficiente para cumplir con la deuda en cuestión.
- La enajenación es fijada en una única subasta, es decir que no hay lugar a las subastas en serie.
- Todo el procedimiento se lleva a cabo bajo las condiciones establecidas en la ley específica de subastas de bienes muebles o inmuebles.
Ahora bien, para formar parte de una subasta judicial es necesario:
- Ofrecer todos los datos de identificación posible.
- Firmar la declaración de conocimiento de todos los términos y condiciones, tanto generales como particulares del procedimiento.
- Presentar el resguardo que acredita el depósito del 5% del valor de la propiedad a subastar en una cuenta de depósitos y consignación del juzgado.
También es útil presentar un aval emitido por el banco que represente el mismo porcentaje. Lo ideal es que este trámite sea notariado.
Servicio de subastas judiciales
Desde octubre del 2015, se ha puesto en marcha un servicio de subasta electrónica a través de una plataforma única de subasta judicial y administrativa. Dicho sistema cumple con lo establecido en la ley 19/2015, decretada el 13 de julio del mismo año.
Es importante mencionar que esta ley persigue dos objetivos fundamentales, que son la transparencia del proceso y la mayor cantidad de dinero posible. La existencia de esta única plataforma permite que el ciudadano tenga más accesibilidad a participar en el procedimiento.
Finalmente, a través de este sistema es más simple hacer el depósito de participación en subasta sin necesidad de asistir a las sedes u oficinas. Asimismo, el ciudadano recibe alertas sobre las subastas disponibles en las que pudiera interesarse.